Las calderas de gas son equipos que sirven para calentar agua y el ambiente, compuestas básicamente por un depósito, un quemador y un intercambiador, así como por otros elementos ubicados en su interior, que utiliza como combustible gas natural, propano o butano.

seguro caldera

Su funcionamiento es similar al de otras calderas y sus elementos son básicamente los mismos. Las calderas de gas son equipos que se utilizan desde hace muchos años, algunas personas dejaron de utilizarlas por considerarlos peligrosos. Sin embargo, los avances tecnológicos las han convertido en una de las más utilizadas, seguras y más versátiles del mercado.

¿Cuáles son los tipos de calderas de gas que existen?

Existen tres tipos de calderas de gas, que encontrarás en el mercado fácilmente y que a largo plazo significarán un ahorro sustancial de dinero.

  • Calderas de Gas para ACS: este tipo de calderas solo sirve para calentar el agua que utilizarás en tu hogar y que recibirás a través de las tuberías de agua caliente.
  • Calderas de gas para calefacción: solo se utilizan para ofrecer calefacción ambiental. Utilizan sistema de combustión y transportan el agua hacia un radiador mediante un sistema de tuberías, que calientan los materiales y generan calor a las diferentes estancias.
  • Calderas de gas Mixtas: proporcionan calefacción y agua caliente sanitaria. En este tipo de calderas, el agua se calienta por la combustión del gas y se transporta hacia los radiadores para ofrecer ambientes cálidos y las tuberías para ministrar agua caliente. Es la mejor opción si deseas ahorrar algo de dinero y espacio.

¿Qué tipo de gas utilizan las calderas?

Existen calderas que utilizan gas natural, otras utilizan butano o propano, y algunas utilizan cualquiera de ellos.

Gas butano:

El suministro de este tipo de gas se realiza mediante bombonas. No es necesaria la instalación, ya que simplemente se conectan a la red de gas de la vivienda. Las bombonas deben ubicarse cerca de las calderas y las conexiones deben ser realizadas mediante una tubería flexible, usualmente de cobre. Son especialmente recomendadas para zonas cálidas, ya que en bajas temperaturas el gas butano tiende a solidificarse.

Gas propano:

Se suministra mediante bombonas, camiones cisternas que llenan los contenedores o a través de una red de distribución. Es adecuado para zonas aisladas, de complicado acceso o para zonas donde el gas natural no esta disponible. Es perfecto para climas fríos y puede ser utilizado para calefacción o suministro de agua caliente a temperaturas, aún en zonas de temperaturas muy bajas, sin que se congele.

Gas natural:

El gas natural es uno de los más económicos y seguros, es ligero y amigable con el medio ambiente. Se utiliza en zonas urbanas y el suministro lo realizan a través de una red de distribución.

¿Cómo funciona una caldera de gas?

El funcionamiento de las calderas es similar, sin importar el tipo de combustible que utilice. La diferencia fundamental es justamente el combustible. Entre sus componentes fundamentales están el quemador y el intercambiador. Cada uno de sus elementos tiene una función específica y diferente.

En el quemador, se produce la combustión, gracias al gas que recibe. Al encenderse los fogones se calienta la tubería por donde pasa el agua y por ende eleva su temperatura.  Una vez caliente, el agua pasa al intercambiador y al abrir un grifo o radiador, se recibe agua caliente o calor ambiental.

Como todos los equipos, es recomendable que se realice un mantenimiento preventivo una vez al año para alargar su vida útil. Además, debes cumplir con la normativa vigente que establece la revisión periódica y de carácter obligatorio, dependiendo de la potencia de caldera que garantiza la operatividad de los equipos y  certifican su seguridad .

¿Cuáles son los sistemas de calderas de gas existentes?

Se pueden diferenciar tres sistemas de calderas de gas, las murales, las de estancas y las de condensación. Cada una de estos sistemas tiene sus particularidades y ventajas.

Calderas Murales

las características más resaltantes de este tipo de caldera son su tamaño reducido y la independencia que proporcionan. Son totalmente compatibles con la energía solar y el quemador toma del ambiente el aire que necesita en pequeñas cantidades para convertir para el realizar el proceso combustión. Su consumo es mínimo al igual que los riesgos.

Calderas estancas

En este tipo de calderas, el quemador está sellado herméticamente, reduciendo el riesgo de fuga del combustible, evitando accidentes por acumulación de gas o la intoxicación de los habitantes. Se conectan con el exterior mediante tubos que absorben el oxígeno y provocan la combustión del gas, a su vez expulsan el gas quemado para proporcionar energía a la caldera.  Las calderas de estanca más eficientes y más seguras son las denominadas bajo NOx, que incluyen un sistema de combustión que reduce las emisiones de dióxido de carbono.  En los equipos bajo NOx, el quemador se refrigera con agua, lo que produce la reducción de la temperatura de los humos y disminuye la contaminación.

Calderas por condensación

Podría decirse que son calderas de estanca mejoradas y son consideradas las más eficientes. En las calderas por condensación, el calor de los humos re reutiliza para precalentar el agua de la caldera, por lo tanto, no se requiere demasiado calor para llevarla a la temperatura correcta, ahorrando un ahorro de combustible que será evidente a mediano y a largo plazo.

Recomendaciones

Si adquiriste una caldera de gas, la mejor recomendación que podemos dar es guardar el manual y leerlo antes de que entre en funcionamiento. Generalmente los manuales incluyen soluciones a los problemas más comunes y fáciles de solucionar.

Es importante que, si percibes el desagradable olor del gas, no enciendas ningún interruptor ni dispositivos que puedan provocar una chispa. Abre de inmediato puertas y ventanas y permite que el aire circule para evitar su acumulación dentro de tu hogar.  Sal de la casa y una vez fuera y a una distancia considerada, llama a un servicio técnico para que determine el origen de la fuga y lo soluciones a la brevedad posible.

No intentes arreglar una caldera de gas si no eres experto en la materia. Es peligroso, puedes ocasionar algún accidente y será mucho más barato llamar a un especialista que se haga cargo.

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