Al momento de elegir el tipo de calderas a instalar en tu vivienda, debes considerar los diferentes tipos de calderas que existen, el combustible que utilizan, su eficiencia energética, el mantenimiento que requieren, entre otros aspectos.
Las diferencias entre las calderas de gas y gasoil son varias, comenzando con el tipo de combustible que utilizan y precio de ambos, así como las ventajas y desventajas que ofrecen.
Caldera de Gas
Las calderas de gas son una excelente alternativa para suministrar calefacción y agua caliente sanitaria a tu hogar, ya que, a pesar de que requieren de una inversión inicial, ésta se recupera rápidamente gracias al costo del combustible, que es el más asequible del mercado. Adicionalmente la vida útil de las calderas de gas es muy extensa, particularmente si se realiza el mantenimiento de la manera adecuada.
En la actualidad las calderas de gas permitidas en el país, de acuerdo a la normativa, para uso doméstico, son las de condensación y bajo NOx que son más eficientes y ecológicas, mientras que están prohibidas las calderas atmosféricas.
Existen diversos modelos de calderas que pueden ser utilizadas para calentar el ambiente o el agua denominadas calderas simples; las mixtas incluyen dos circuitos que permiten calentar de manera simultánea el ambiente y el agua; las de micro acumulación que disponen de pequeños depósitos de agua caliente para disfrutar del servicio de manera instantánea y las de acumulación que tienen un deposito de agua de mayor tamaño que permite mantener grandes cantidades de agua caliente y que son adecuadas para viviendas con varios baños.
Es recomendable realizar el mantenimiento de las calderas de gas una vez al año, para mantener la caldera en óptimo estado de funcionamiento, aunque el RITE establece la revisión obligatoria de las calderas de gas domésticas, cada dos años.
En el mercado existe una gran diversidad de calderas de gas de condensación de diferentes precios, marcas, modelos, de bajo NoX o convencionales y su precio oscila entre los 600 a los 2500€
Calderas de Gasoil
Las calderas de gasoil calientan el ambiente y el agua en menos tiempo que una caldera de gas, por lo que se puede disfrutar de agua caliente de manera instantánea con este tipo de calderas. Sin embargo, necesitan una temperatura de 60º para poder funcionar y son contaminantes.
El espacio físico que requieren las calderas de gasoil es más grande que las de gas, debido a que además necesitan de un depósito para almacenar el combustible y es necesario controlar de manera continua el consumo del combustible para no dejar de percibir el servicio.
Los depósitos de gasoil, representan un coste adicional que incrementará el coste total de la instalación, ya que deben utilizarse determinados materiales en su construcción y la mano de obra de instalación de este tipo de calderas es más elevado que el de las calderas de gas, debido a que el peso de los equipos no permite la manipulación por parte de una sola persona.
Por otra parte, el costo del gasoil es mucho más elevado que el gas natural y el mantenimiento es mucho más complejo, ya que es necesario realizar una o dos limpiezas anualmente para que mantenga su operatividad a su máximo nivel.
Las calderas de gasoil son más adecuadas para casas muy grandes, locales o negocios, así como para las zonas donde el suministro de gas natural no existe. También son equipos seguros, que soportan elevadas temperaturas y pueden instalarse mecanismos automáticas que detengan su funcionamiento ante cualquier falla. El coste de las calderas de gasoil se ubica entre los 1.000€ y 1.400€
¿Es posible transformar una caldera de gasoil a gas?
El funcionamiento de ambos tipos de calderas es diferente, por tanto, no es posible cambiar el sistema de una caldera de gasoil a gas natural. El gas natural es un combustible que se suministra en estado gaseoso, mientras que el gasoil es un combustible líquido. Las calderas de gasoil necesitan de una bomba que absorba el combustible y lo envíe a la caldera, mientras que las de gas, simplemente se conectan a la red de servicio de gas.
En caso de que desees cambiar el combustible, lo único que puede hacerse es sustituir la caldera, verificar si en la zona se cuenta con distribución de gas y contratar el servicio a una empresa.